Los sacrificios de los fenicios, a causa de su carácter sanguinario, eran célebres en la antigüedad.
La religión, como todo lo social, es un consecuencia de la psicología de los pueblos. Un pueblo agricultor producirá una religión tranquila, sus dioses serán agrarios y sus sacrificios consistirán en productos de la tierra. Un pueblo guerrero u oligárquico, tenía que caer en los sacrificios sangrientos. Por eso los sacrificios humanos (molk) de este pueblo fueron más bárbaros y más duraderos que en ningún otro de la antigüedad.
Los rituales se realizaban tanto en recintos cerrados como en espacios abiertos, especialmente bosques y colinas. Los bamah (lugares de culto) disponían de un altar de sacrificios y una representación no antropomorfizada del dios en cuestión. En el recinto exterior de los templos se erigía una pequeña colina artificial que servía de bamah.
En teoría, los molk se realizaban como ofrendas a las divinidades en circunstancias de peligro para el estado, momento en el que se sacrificarían los hijos primogénitos de las familias principales de la ciudad, aunque se admitía la compra de un niño de una clase social inferior como víctima sustitutiva.
Otros investigadores han indicado que el molk consistía en un infanticio encubierto, y que su auténtica función era actuar como mecanismo regulador de la población en respuesta a una crisis económica.
En Cartago se ha descubierto un amplio recinto en el que durante siglos se amontonaban las urnas que contenían los huesos calcinados de los niños inmolados en los sacrificios.
Con el tiempo los animales sustituyeron a los niños. En los sacrificios de fundación que durante siglos exigieron siempre una víctima humana, se acabó por sustituir ésta por una lámpara.
Fuente: "Historia de las religiones" de Juan B. Bergua, "Protohistoria" de Francisco Gracia Alonso y Glòria Munilla Cabrillana
La religión, como todo lo social, es un consecuencia de la psicología de los pueblos. Un pueblo agricultor producirá una religión tranquila, sus dioses serán agrarios y sus sacrificios consistirán en productos de la tierra. Un pueblo guerrero u oligárquico, tenía que caer en los sacrificios sangrientos. Por eso los sacrificios humanos (molk) de este pueblo fueron más bárbaros y más duraderos que en ningún otro de la antigüedad.
Los rituales se realizaban tanto en recintos cerrados como en espacios abiertos, especialmente bosques y colinas. Los bamah (lugares de culto) disponían de un altar de sacrificios y una representación no antropomorfizada del dios en cuestión. En el recinto exterior de los templos se erigía una pequeña colina artificial que servía de bamah.
En teoría, los molk se realizaban como ofrendas a las divinidades en circunstancias de peligro para el estado, momento en el que se sacrificarían los hijos primogénitos de las familias principales de la ciudad, aunque se admitía la compra de un niño de una clase social inferior como víctima sustitutiva.
Otros investigadores han indicado que el molk consistía en un infanticio encubierto, y que su auténtica función era actuar como mecanismo regulador de la población en respuesta a una crisis económica.
En Cartago se ha descubierto un amplio recinto en el que durante siglos se amontonaban las urnas que contenían los huesos calcinados de los niños inmolados en los sacrificios.
Con el tiempo los animales sustituyeron a los niños. En los sacrificios de fundación que durante siglos exigieron siempre una víctima humana, se acabó por sustituir ésta por una lámpara.
Fuente: "Historia de las religiones" de Juan B. Bergua, "Protohistoria" de Francisco Gracia Alonso y Glòria Munilla Cabrillana
5 comentarios:
¿De niños a animales y de animales a lámparas? Hay que volver a las buenas costumbres.
Se ve que les gustaba quemar lo que fuese, vaya panda de pirómanos. ¿Llegarían los fenicios a Noruega? Jajajajajaja
Los sacrificios humanos han existido durante toda la historia de la humanidad a nivel mundial, aunque por suerte ya queda reducido a algunas sectas de tarados.
Teniendo en cuenta que es una costumbre que no se transmitió de pueblo a pueblo, ya que en América los Mayas también realizaban este tipo de cosas (de manera muy sofisticada además como puedes comprobar en el museo de arqueología de Ciudad de México). Supongo que es que los humanos llevamos en nuestros genes ciertas cosas que solo la civilización pueden evitar...
Toma ladrillo! Ni el googleman me supera.
Y además con sadismo, si es que vaya asco damos jajaja. A ver si mañana subo la 2ª parte (que ya el tocho anoche me parecía excesivo :P).
La civilización está sobrevalorada.
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